El pasado viernes 18 de mayo nos invitaron a una mesa redonda para hablar de nuestro futuro.
Junto al concejal de la Política de Juventud del Ayuntamiento de Meda, Andrea Donadello, y a la escuela Terragni deMeda, empezamos a proyectar juntos – empresas, escuela e instituciones – una forma de promover la escuela y el mundo del trabajo de las empresas de nuestro entorno.
Para mí fue todo un honor participar como empresa y a nombre de la Asociación que represento, la Confartigianato de Meda.
El cambio generacional manufacturero es un tema crucial, es inherente a la visión de nuestra empresa desde el principio, desde cuando empezamos a dar los primeros pasos en la red para estrechar nuevas relaciones, y prueba de ello son las diferentes iniciativas que dedicamos para apoyarlo (el proyecto Divanoxmanagua es una de ellas).
Sentíamos que en nuestras manos y en nuestra mente- sobre todo en la de nuestros tapiceros – residía el SABER HACER resultado de experiencias transmitidas de generación en generación. Esa experiencia, ese SABER, representa nuestra riqueza más grande, nuestro capital humano más valioso.
Al principio, cuando incluso trabajábamos solo sobre diseño o proyecto y todavía no teníamos nuestra colección asentada, el catálogo se encontraba en las manos y en las cabezas de nuestras personas.
En aquella época lo que más importaba era transmitir el saber a toda costa.
Y hoy aún más.
El pasado viernes fue extraordinario escuchar las historias contadas alrededor de la mesa, todas ellas muy diferentes pero con algo en común: experiencias muy similares entre sí, historias de jóvenes que se enfrentan a sus primeras experiencias laborales gracias al proyecto Alternancia escuela trabajo, chicos que acaban sus estudios para entrar en un mundo que desconocen, el mismo mundo que no les conoce a ellos.
Nosotros mismos lo hemos experimentado con la incorporación de un aprendiz, Andrea, y la vitalidad que puede ofrecer un chico de 16 años, pero también con los chicos que han trabajado con nosotros en Divanoxmanagua: la sensación era que funcionaba, que a ellos les gustaba la idea de formar parte de este mundo.
De nuestro mundo.
De este mundo laboral.
Con Andrea, en estas semanas y en 2013 con Divanoxmanagua, hemos visto con nuestros propios ojos una posibilidad de futuro.
Por ello, no podemos dejar de pensar en cuál podría ser el resultado de un esfuerzo común con empresas, instituciones y escuela.
Sin duda asombroso.
Es bueno preguntarse ¿Por qué las nuevas generaciones no se apasionan? ¿ Quizás resultaría útil plantearse si el éxito de este proyecto pueda depender de nosotros, si somos capaces de motivar y enamorar a las personas de nuestro trabajo.
Si realmente estamos convencidos de que el nuestro es un trabajo extraordinario,
si de verdad pensamos que hacer nuestro trabajo nos convierte en protagonistas de algo grande, que viaja y entra en los hogares de todo el mundo,
si estamos absolutamente seguros de que todo esto es especial,
tenemos la responsabilidad de explicarlo bien y hacer lo que haga falta para que esa generación que tanto apreciamos lo entienda con nuestras mejores palabras, con nuestras mejores señas y con toda la experiencia que tenemos la obligación de transmitir.
¡Venga, chicos!
Filippo Berto
