Desde siempre seguimos, con una mezcla de admiración y envidia, las sofisticadas propuestas de comunicación y marketing de las grandes marcas de nuestro sector.
Pues bien, desde hace algún tiempo venimos observando que las manos han vuelto a adquirir protagonismo, lo cual, en el fondo, nos halaga.
Nosotros que nunca hemos salido de la “dimensión laboratorio”, nos reencontramos hoy con estos señores (que siempre han volado centenares de kilómetros por encima de nosotros y durante décadas nunca han mostrado un par de manos sobre un sofá) hablando de repente con nuestros argumentos: maestría artesanal, duración, manualidad de las producciones, capacidades trasmitidas de generación a generación.
Ya no más modelos inalcanzables, ni fotografías de vértigo, ni efectos especiales.
No señor: las luces se encienden ahora sobre una cosa que –mira por dónde– tenemos también nosotros: las manos.
Sabemos, como artesanos, que uno de los mayores retos de nuestro futuro – nos lo dijo el profesor Stefano Micelli en persona, aquÌ en Meda – pasará por el “saber comunicar”.
Vistas algunas campañas de comunicación, se podría pensar, sin embargo, que el “saber artesanal” forma parte de los principales retos de muchos.
Y si en el pasado nuestras fotografías difícilmente podían competir con las de las “estrellas” del sector, pues nuestras manos en cambio…