Lo hemos visto varias veces en estos años, se ha ganado con un gran mérito el sobrenombre de “moderno Cantastorie” (moderno romancero), nos hemos dejado llevar por su sensible capacidad de implicación, por la audacia con la que pasa de una historia a otra y por la habilidad gracias a la cual consigue que te identifiques con muchas de las historias que cuenta.
Roberto Bonzio llega a Meda con su proyecto Italiani di Frontiera y será invitado de #BertoPresenta el jueves 23 de junio a las 19:00 horas. Mientras esperamos a que llegue el jueves, le hemos hecho algunas preguntas.
Tu libro forma parte de un proyecto más amplio. ¿Una breve presentación, para no dar nada por sentado?
Bueno, Italiani di Frontiera nació casi de casualidad. La idea de querer pasar un periodo en los Estados Unidos con mi familia de excedencia, invirtiendo energías y ahorros en el futuro de los hijos adolescentes, una experiencia hecha por ti mismo que ha sido preciosa para ellos y para mi mujer, ha tenido un efecto terremoto en mi vida, personal y profesional.
A partir de decenas de entrevistas, encuentros e historias, podía nacer también un blog y ya está, tal vez un libro que recogiese todo. En cambio Italiani di Frontiera se ha convertido en un proyecto multimedia por el que dejé mi puesto fijo (¡en la Italia de 2011!) tras una carrera en el mundo de la redacción (Il Gazzettino, Il Giorno, Agenzia Reuters).
Porque la fuerza de estas historias ha tenido un efecto rompedor, inesperado, cuando experimenté una fórmula de novela multimedia, storytellings con imágenes y música. Que en cierto modo responden a una necesidad casi “inesperada” que siento recorriendo Italia: infundir optimismo, orgullo y visión positiva del futuro, el nuestro y el de nuestros jóvenes, en una perspectiva global.
Porque conocer a los italianos de Silicon Valley, los de ayer en la frontera del Oeste, nos ayuda a ser más confiados, a no temer el riesgo de lanzarse al juego, a entender, a través de historias al otro lado del océano, qué es lo valioso y qué es lo que tenemos que cambiar en nuestro país para valorar el inmenso talento de tantos compatriotas.
El libro ha tenido un gran éxito. ¿Qué ha cambiado desde la primera presentación a hoy?
Lo primero, la satisfacción de descubrir que el libro camina con sus propias piernas, que es apreciado incluso por quien no ha visto nunca uno de mis libros en directo. Y esto me preocupaba: ¿Conseguiré mantener el impacto emotivo de las presentaciones en directo del libro? Que no es un recopilatorio de historias sino que las cuenta siguiendo el hilo de nuestra historia: una familia que parte y no sabe bien qué encontrará, después va de descubrimiento en descubrimiento… en una aventura insólita, desde Sesto San Giovanni a Palo Alto, California.
Desde aquella primera presentación, hoy al menos 16 000 personas han seguido los storytelling Italiani di Frontiera en grandes eventos en toda Italia y en el extranjero. Pero sobre todo, la fuerza y la empatía de estas historias han consolidado una red de personas extraordinarias. Italiani di Frontiera me hace conocer, descubrir y entrecruzar italianos excepcionales, de todas las edades y sectores, que reconociéndose en los valores de este proyecto, hacen un equipo. Con un potencial aún por descubrir.
¿Una breve definición de “frontera”?
Es la línea que define un límite. Hoy muchos, demasiados, lo interpretan como una barrera que debe proteger nuestra identidad. En cambio yo la considero como un límite que nos impone un desafío: intentar ir más allá siempre, subiendo el listón. Esto exige valor pero también fantasía y creatividad.
En mi caso, fue precisamente la curiosidad la que me hizo cruzar historias y personajes de dos fronteras distintas: la de la innovación, en Silicon Valley, la geográfica del ayer en el Oeste. Fue el movimiento exacto porque al final cambió el concepto de frontera, como algo que no está fuera sino… dentro. Imaginar hoy el futuro, recorrer ayer territorios desconocidos e inexplorados, exigió a innovadores y exploradores superar antes que nada una barrera cultural, en su cabeza: la certeza de que más allá de lo que conocemos hay siempre un mundo por descubrir. Y esta búsqueda, que exige valor, perseverancia, curiosidad, creo que nos hace entender quiénes somos de verdad. Y nos hace mejores.
¿Existe alguna historia que no hayas conocido aún y que te gustaría contar?
Espero que hoy ya haya jóvenes que, inspirados por las historias de Italiani di Frontiera, afronten con más valor y confianza su trayectoria de estudiantes, empresarios, innovadores. Sueño con poder hablar en un futuro de alguno de ellos que, comprendiendo la importancia de la narración, se lance al juego decidiendo ser él mismo un narrador, con instrumentos, modalidades y visiones más innovadores que los míos. Sería una historia preciosa de relevo del testigo…
Gracias, Roberto, nos vemos el jueves en Meda.