Desde hace unas horas tenemos en nuestras manos un nuevo juego de llaves. En el llavero pone «Exposición Brescia», nuestra nueva tienda de mobiliario.
Brescia, la ciudad que mucha gente conoce y aprecia; pero no se trata de esto: en lugar de «Brescia» podría estar el nombre de cualquier otra ciudad italiana con las mismas dimensiones: nuestro fantástico territorio nacional está repleto de ciudades como Brescia.
¿Por qué hablar de Brescia?
El hecho de abrir una nueva tienda de mobiliario es algo meramente incidental: óbviamente para nosotros es una noticia importantísima, que nos está chupando mucha energía y sobre la que estamos invirtiendo muchos recursos a todos los niveles. Pero lo que queremos poner de relieve aquí es Brescia como símbolo, no como ciudad en sí.
Símbolo de una Italia que, de alguna forma y según nuestro parecer, estamos olvidando.
A veces tenemos la sensación de que existan solo realidades opuestas, con arreglo a una perspectiva polarizada que cada vez cobra más terreno: o las grandes ciudades, o el particularismo del pequeño pueblo, de la aldea.
O las capitales o los rinconcitos de cada uno.
O la city o las 4 casas alrededor de la mía.
En cambio nosotros creemos que haya mucho lugar, para los que tienen una propuesta de verdadera calidad italiana, precisamente en esa Italia que representa la parte más significativa del territorio.
De hecho, todos sabemos que entre las grandes ciudades que superan el millón de habitantes y las pequeñas aldeas se encuentra……. toda Italia.
Pensándolo mejor, esta lógica de polarización parece casi un reflejo de la sociedad: en efecto, muchos afirman que la clase media está desapareciendo, esa franja de en medio de la sociedad que incluye a la familia de buena cultura y con educación, que desempeña diferentes actividades profesionales, y que no se coloca ni en las clases altas ni en las clases inferiores.
A estas personas, que se encuentran en su mayor parte en ciudades como Brescia, y muchas otras ciudades que no son ni capitales ni pueblos, nuestra empresa desea plantearles una propuesta importante. Una propuesta con significado, no solo de producto.
Pensando en el mercado, escenario de referencia de todos los que interactuamos con los consumos de las familias, con nuestra nueva exposición de Brescia nos colocamos en una franja apta para estas personas.
Nuestra firma no pretende menoscabar el Olimpo de las grandes marcas, pero posee una calidad que la distingue de forma significativa de la mayoría de los productos presentes en el mercado.
Dicho de otra forma: no somos inalcanzables, como las grandes marcas internacionales con precios para minorías.
Pero tampoco formamos parte de esas propuestas de nivel bajo , en las que a veces todo lo que uno se ahorra al comprar un producto, lo paga con la falta de transparencia en los términos de venta, o la escasa fiabilidad en la entrega, por no mencionar la escasa o nula competencia de productos.
Creemos que nuestra empresa se coloca en un buen nivel calidad/precio. Y nuestros clientes así lo reconocen, incluso muchos años después de la compra.
BertO de hecho se dirige a los que tienen el placer de la alta calidad italiana (y la cultura para entenderla) y aprecian una sana relación entre lo que se gasta y el valor de lo que se compra.
Brescia, para nosotros, representa justamente esto: una propuesta de verdadera alta calidad italiana, para verdaderos italianos de calidad, como son la gran mayoría de nuestros compatriotas.
A fin de cuentas, los halagos de los mercados exteriores que atraen a muchos colegas, no son buenos para nosotros.
Después de Meda y Roma, y las posteriores y más recientes aperturas de Turín y Padua, con la inauguración de la exposición de Brescia, nuestra actitud de interlocutores de la calidad italiana ya está claramente definida. Y nos alegramos de ello.
El recorrido que queremos seguir es italiano, en Italia, para nuestros compatriotas: ¿no es acaso cierto que somos la patria de la belleza, del diseño, del buen gusto? Resumiendo todo esto en una frase, podríamos decir que “Hacer que nuestros clientes sean los más felices y orgullosos de la belleza de un mobiliario italiano» es lo que nos motiva, en la nueva exposición de Brescia y no solo.