Las jornadas laborales son como pequeñas epopeyas cotidianas.
A veces es una epopeya de guerra, a veces una novela romántica, otras veces una película de aventuras.
Siempre, siempre, sin excepciones, trabajar en nuestra empresa es algo profundo y duro, y la conclusión de nuestras actividades cotidianas, la verdad, no siempre tiene un final feliz.
Sucede en efecto que cuando las personas trabajan duro, dando lo mejor de su pasión y personalidad, se involucran.
Y es inevitable: al estar tan implicados, las heridas no tardan en llegar. Solo el que no participa no se hace daño nunca, pero este no es el caso de nuestro equipo, que está siempre ocupado,……a tope.
Una venta que salió mal, un malentendido, una mala complicación inesperada.
Justo cuando nos habíamos volcado en el trabajo con tanto entusiasmo… nada que hacer se acabó, stop. ¡Ay! ¡Qué rabia! ¡Qué dolor en la moral, en el orgullo! Dan ganas de gritarlo: ¡ Ayyyyy!
Que levante la mano quién no ha tenido nunca esta dolorosa sensación de frustación y de rabia en el trabajo… Nadie está exento de ella.
¡ Ay! es por está razón una de las 74 palabras que formarán el libro que estamos escribiendo, nuestra pequeña gran aventura editorial con el título “#Espíritudel74: 74 palabras clave para vivir felizmente la pasión por nuestro trabajo», aventura que hemos emprendido para compartir con clientes y amigos nuestra manera de entender el trabajo.
Seguramente alguien ya ha leído que se trata de una colección de 74 conceptos, fruto de las experiencias del equipo BertO, algo que nos empeñamos en contar.
Todo ello con arreglo a ese #Espíritudel74 que los que fundaron la Empresa BertO, a partir del año en que surgió ( el 1974 precisamente) y que sigue inspirando todas y cada una de nuestras actividades.
Todo esto para decir que ¡Ay! es un concepto que hay que reconocer, e incluso respetar.
Solo el que entra en el juego está disponibile y por tanto es vulnerable. Los que trabajan con nosotros lo saben bien pero han aprendido a no desanimarse nunca, porque en realidad cada herida nos hace más fuertes 🙂