El pasado 24 de noviembre participamos , en Milán, al evento de la celebración de los 30 años del dominio “.it”: ya han pasado tres decenios desde que Italia entró a formar parte de forma oficial del mundo digital, con los dominios provistos del sufijo que indica la procedencia italiana.
Nuestra empresa no es más que una entre 3 millones de entidades que a lo largo de estos años han registrado su dirección online con “.it”: BertoSalotti.it.
Y entonces, ¿por qué – de estos tres millones – nosotros precisamente, junto a otros pocos, hemos sido llamados al escenario por los gurus digitales que presentaban la velada, Giampaolo Colletti, Gianluca Diegoli y Alessio Jacona?
Puede que exista más de una respuesta a esta pregunta.
Como para todas la cosas, la mirada de un observador puede llevar a conclusiones diferentes .
En nuestro caso lo que ocurrió fue que nos mencionaron “Corporate Blog” italianos, y en realidad, así es: hemos sido entre los primeros en buscar el diálogo abierto, mutuo y sin filtros con las personas de las redes, dondequiera que estuvieran.
Otras veces hemos recibido una atención especial por ser mencionados como empresa digital excelente por Google.
La verdad es que mucha parte de nuestro trabajo se fundamenta en lo digital … a veces tenemos la impresión de que las tiendas representen una extensión de nuestro página web, ya que estamos acostumbrados a “vivir” los contactos online, en las redes sociales, de forma intensa y muy involucrados.
Pero la respuesta a la pregunta “¿Qué es lo que pinta Berto entre los protagonistas del digital?” según nuestro parecer podría ser diferente.
Puede que el honor de estar en ese escenario derive de otras cosas, de factores que no tienen nada que ver con lo digital en el sentido más estricto.
Cosas que se llaman coherencia, atención, capacidad.
“Coherencia”: madre mía, ¡vaya palabra! Somos los primeros en criticarnos a nosotros mismos, y la dificultad de aguantar, de ser nosotros mismos, de seguir con nuestra visión personal de ver las cosas a pesar de todo y de todos, bueno, nos acompaña cada día.
Es muy duro , pero lo intentamos. Y quizás al final lo consigamos.
Para aportar un ejemplo, un hilo de coherencia atraviesa nuestro enfoque hacia la comunicación.
Cuando apareció online el blog de Berto, en el año 2005, todo era diferente en la empresa.
No hay un aspecto de la empresa que desde entonces no haya cambiado si exceptuamos una cosa.
Nosotros mismos.
El autor de ese primer post es la persona que hoy dirige la empresa , el hijo del co-fundador Fioravante Berto.
En el cambio total, en la evolución increíble y vertiginosa que hemos vivido y vivimos, el esfuerzo es el de volvernos siempre a meter en el juego , pero sin traicionar nunca la idea de calidad y de “saber hacer” que hemos heredado de nuestros fundadores.
Sencillamente (es un decir) hemos intentado buscar nuevas formas para darla a conocer.
Y entonces aquí está el digital, al servicio de algo que viene de lejos, que nace mucho antes del mismo web: la capacidad de hacer bien nuestro trabajo.
Ahora, como entonces, las capacidades personales de los que trabajan con nosotros.
Y además la atención al cliente, que nunca es un cliente sino una persona. Al menos así es como nos gusta verla.
Y hemos aprendido esta atención tanto de los que nos precedieron en la empresa, como de los que , online, recorriendo la autopista digital, así la llamaban ingenuamente hace 10 años – se detenían para tener unas palabras con nosotros, igual en una lengua que ni siquiera conocíamos.
Ahora nuestro blog habla seis idiomas, pero la atención que intentamos poner en cada contacto, cualquier gesto hacia nosotros, es como entonces.
La misma atención que dedicamos a los que nos honran con su visita a nuestra tienda.
Coherencia, capacidad , atención.
Y bien: en el escenario de las celebraciones por los 30 años del digital italiano, hemos llegado así.
¿Y sabéis lo mejor de todo?
Que a esa cita ha llegado toda la empresa, como se puede ver por la foto.
Y es solo a quien sabe hacer bien los sofás (y a quien sabe ofertarlos, a los que conducen las furgonetas, a los que tratan con los clientes, a los que trabajan en las oficinas) que el digital italiano nos enfocó el otro día en Milán.
Nos sentimos felices no solo por el agrado, sino también porque sabemos que es un logro cotidiano de todo nuestro equipo, día tras día, mes tras mes, año tras año.
Online y offline, de la misma idéntica manera.