Es inútil que empiece a describir la emoción que siento al recibir el premio al mérito cívico de la ciudad de Meda: nunca podría hacerlo.
Así que pasaré directamente a explicar por qué, además de yo mismo, siento que todos vosotros os habéis vuelto también «de Meda».
Todos los que sois clientes de la empresa que tengo el honor de dirigir, fundada por mi padre Fioravante y mi tío Giorgio en 1974.
Todos los que, como proveedores, contribuís diariamente al extraordinario cuidado de la cadena de calidad que hay detrás de cada uno de nuestros proyectos de Dream Design para alcanzar el confort sartorial de los hogares de quienes eligen la marca BertO, entre las muchas que existen en el mercado.
Todos los que, en sus diversas funciones y puestos dentro de BertO, trabajan cada día desde primera hora de la mañana hasta última hora de la noche para mantener la promesa de calidad inherente al «Made in Meda» y su historia milenaria de excelencia en la fabricación.
Recibir el premio al mérito cívico de una ciudad como Meda es algo que no tiene parangón en ningún otro lugar del planeta.
Creo que quienes iniciaron esta empresa, y que siguen inspirándonos gracias al espíritu que nos han enseñado, estarían orgullosos del reconocimiento que ha llegado -como si fuera una señal del destino- el mismo día que marca el cumpleaños de la ciudad de Meda: el 10 de diciembre.
De hecho, Meda se fundó el 10 de diciembre de 1252 y cumplió 769 años ayer, 10 de diciembre de 2021.
Y ayer, 10 de diciembre de 2021, recibí un pergamino con mi nombre.
Es un reconocimiento al trabajo que he sido capaz de llevar a cabo gracias a esta tierra y a la excelencia que siempre la ha caracterizado (desde hace mil años, como reza el subtítulo de este libro).
Después de todo, incluso las palabras que la ciudad, en la figura del alcalde Luca Santambrogio, eligió para condecorarme con este increíble honor, hablan de trabajo, trabajo y más trabajo.
Estoy profundamente agradecido también, de una manera que nunca podré expresar, por haber incluido en el acto oficial palabras como estas que cito a continuación (expresiones que, aunque me llegaron escritas en un pergamino, han quedado grabadas de forma indeleble en mi corazón):
La ciudad de Meda,
en señal de reconocimiento a la capacidad de combinar la innovación digital con el espíritu empresarial del sector del mueble de madera;
en particular, por la intuición única de digitalizar la difusión, promoción y comercialización del mobiliario «Made in Meda», convirtiéndose en un caso de estudio de Google;
por la implicación de su empresa en obras sociales, editoriales y benéficas;
concede
el premio al mérito cívico
a Filippo Berto
Como veis, nos referimos a todos vosotros que, como clientes, proveedores o colaboradores, habéis permitido que conceptos como los expresados en este premio se conviertan en obras concretas, al servicio de una excelencia «Made in Meda» que muchos, antes que nosotros, han hecho famosa en todo el mundo.
Mi agradecimiento, por tanto, va desde el primer ciudadano de Meda, que merece un reconocimiento especial por su atención a lo que hago y hacemos, hasta todos, absolutamente todos, los que han estado y seguirán estando cerca de mí con una dedicación inestimable, para llevar a cabo nuestro trabajo como Meda se merece: de acuerdo con los más altos estándares y sirviendo a los mejores clientes del mundo.
No sé qué más añadir, salvo… el alivio de poder escribir estas palabras y no tener que decirlas: ¡el nudo en la garganta me impediría emitir cualquier sonido!
(Los premiados: Avis Meda, Protezione Civile Meda, Fondazione Giuseppe Besana Onlus, Briantea84 ASD, Eugenio Boga, Silvano Desideri, Raffaella Masciadri y Filippo Berto).
He escrito un libro sobre mi ciudad, se llama Made in Meda: El futuro del diseño tiene mil años. ==> ¡Si quieres saber más, haz clic aquí!