Aunque pueda parecer poco pertinente hablar de música mientras nos ocupamos de diseño, de tapicería de sastrería y de mobiliario, en el fondo….
¿Qué es lo que más guarda relación con la sensación de confort, en un salón, tal vez tumbados cómodamente en un buen sofá?
Correcto: la música.
Nosotros, lo confesamos, llevamos en el alma el escuchar música seleccionada, la colección musical, e incluso un poco de sana y maldita pasión artística (las guitarras eléctricas en las distintas áreas BertoLive así lo demuestran).
Los que visitan habitualmente nuestras exposiciones Berto Salotti conocen bien esa zona que nosotros llamamos BertoLive. Está profundamente personalizada con un estilo de mobiliario único, nunca falta un frigorífico extra-large repleto de cervezas artesanales, y posee además un rasgo destacado: la presencia de una colección de vinilos más bien apreciada.
Es en este lugar justamente en el que hemos materializado la combinación entre nuestra “vena musical” y nuestro trabajo.
¿Cuál es el punto de encuentro de todo esto? La pasión por lo que hacemos.
La que experimentan los músicos, y en general todos los artistas, tanto famosos como desconocidos, es una pasión profunda.
Es pasión total la que hace mover las manos, las mentes, los corazones de nuestros maestros artesanos, y de todos los que trabajan en nuestra empresa
Es verdadera pasión la que atestiguan todos aquellos que son protagonistas de los eventos BertoLive, que se organizan periódicamente con el fin de dar cabida a los que viven de sus propias pasiones, en todos los sectores (ya llevamos hechos varios, y cada vez nos llevamos una sorpresa).
Pero todavía no nos encontramos en lo más importante de la cuestión… la música. Para vivir, para escuchar.
Óbviamente, tenemos nuestras preferencias y nuestros gustos, que – además de contagiar la atmósfera de BertoLive – se dan a conocer incluso online.